¿Por qué me cuesta tanto mandar una carta?
Me refiero a la tinyletter, que tan de moda están.
No me considero una persona muy interesante en el ámbito literario: no voy a mil eventos, no me invitan a dar charlas, no creo que tenga mucho que aportar en cuanto a consejos de escritura y cosas así porque no me creo una experta.
Me gusta escribir, disfruto escribiendo y contando historias, me entretengo, me gusta que la gente me lea y venga a gritarme por lo que he escrito, pero ya está. Sé que nunca seré una súper ventas, pero me conformo con estar en las estanterías de mis amigos y que ellos digan: tengo tu nueva historia, Amnesia, me he reído mucho, me ha hecho llorar, me ha conmovido, te quiero matar.
Por eso dejé la tinyletter, porque no sabía qué contar en ella que pudiera interesar a las pocas personas que me leían. Y ahora me da miedo retomarla porque sigo sin saber qué hacer.
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¡Comenta sin miedo, no muerdo!