Autor: Laura Tárraga
Editorial: Nocturna
Precio: 15€
Páginas: 306
Argumento:
Hace miles de años que la humanidad ha perdido la capacidad de soñar. En su lugar, ha averiguado cómo extraer los sueños de los pocos que aún consiguen hacerlo para venderlos al mejor postor o prefabricar cápsulas a un precio más asequible. Y en el principado de Zephanis se concentra una de las mayores redes de tráfico de sueños del mundo. Shoana es una ladrona con un pasado sombrío y un presente miserable en la zona baja de la ciudad; Leiza, una célebre soñadora con un porvenir brillante y una vida llena de comodidades. Los caminos de ambas se entrelazarán cuando, una mañana, Leiza descubra que su peor pesadilla se ha hecho real: ha dejado de soñar a tan solo unos días del acontecimiento más importante del año: la competición de El Imperio del Sueño.
Opinión: Tenía muchísimas ganas de leer a Laura, ¡y ha sido toda una maravilla! La historia me ha tenido enganchada desde el principio y he tardado menos de 24 horas en terminarlo.
La ambientación es brutal, te mete de lleno sin entrar en grandes detalles: te cuenta a grandes rasgos las diferencias entre la Zona Alta y la Zona Baja de la ciudad, cómo funciona el principado de Zephanis y cómo es la sociedad en general, pero deja que imagines muchas más cosas.
Las protagonistas, Shoana y Leiza, son tan diferentes como la noche y el día pero hay algo que las une y es el cariño que coges a ambas, tanto que no eres capaz de elegir a una sobre la otra. Están muy bien creadas, son creíbles y puedes ver a gente de tu entorno reflejadas en ellas.
La ambientación es brutal, te mete de lleno sin entrar en grandes detalles: te cuenta a grandes rasgos las diferencias entre la Zona Alta y la Zona Baja de la ciudad, cómo funciona el principado de Zephanis y cómo es la sociedad en general, pero deja que imagines muchas más cosas.
Las protagonistas, Shoana y Leiza, son tan diferentes como la noche y el día pero hay algo que las une y es el cariño que coges a ambas, tanto que no eres capaz de elegir a una sobre la otra. Están muy bien creadas, son creíbles y puedes ver a gente de tu entorno reflejadas en ellas.