Autor: Beatriz Esteban
Editorial: Planeta
Precio: 16,90€
Páginas: 320
Argumento:
«Hace cinco años perdí mucho más que unos cuantos kilos: perdí toda la esperanza. Parte de mi vida está en esta historia, que es el fruto de todo lo que aprendí en ese tiempo. Espero que sirva para comprender lo que es un trastorno alimenticio, cómo afecta y desgasta a una persona, cómo mata. Quiero dar un soplo de esperanza a todos los que, como yo, se han sentido insuficientes, solos e incomprendidos. Quiero recordarles que su historia también es importante.»
Sara Soler se odia. A pesar del amor de su pareja, sus amigos y su familia, nunca se ha sentido suficiente. Todo empieza a cambiar tras la muerte de su compañera de clase, Sofía, después de luchar durante años contra la anorexia. En su funeral, los padres de Sofía le entregan a Sara el diario de su hija, asegurándole que lo han encontrado bajo una nota con su nombre. A través de sus palabras, Sara empieza a conocer los misterios de su pasado, mientras su presente se va contagiando de la mentalidad enferma de Sofía. La guerra no ha hecho más que comenzar. Una guerra en la que, para sobrevivir, Sara tendrá que luchar contra sí misma.
Opinión: Es un libro que me tocó muchísimo, fue muy personal y me pilló en un momento muy delicado.
Yo padecí anorexia con quince/dieciséis años, no llegué al punto que llegan las protagonistas del libro pero en muchos momentos se me hizo súper angustioso porque me veía reflejada en ellas, me tocaba dejar de leer porque las lágrimas me impedían seguir, tenía pequeños ataques de ansiedad... ¡mi novio intentó escondérmelo para que no lo leyera porque veía como me afectaba! Pero yo quería seguir porque sabía que el final era positivo, que es algo que necesito en estos momentos.
También hubo un momento durante la novela que comencé a reengancharme a la mierda de ir a la báscula a mirar el número, a contar las calorías y a verme gorda, y leía que eso estaba mal y yo decía: lo sé, pero no puedo evitarlo. Porque la anorexia no es sólo que se te vean los huesos o vomitar, es algo muchísimo peor que creo queda muy bien reflejado en el libro, es todo el odio que te tienes, la impotencia, el quiero y no puedo, el odio la comida, odio a la gente, yo no estoy enferma, yo estoy bien, no me estoy pasando, la talla 34 me está grande PERO YO ESTOY GORDA, JODER, ¿NO ME VES? Cómo voy a gustar a ese chico si soy fea, cómo me va a querer alguien si soy un desastre, mira que asco doy.
Aunque yo no tuve un diario como el de Sofía -por suerte porque leerlo me ponía los pelos de punta- sí que acudía a foros Pro Ana y Pro Mia dónde se daban trucos para adelgazar, tenías una wish list de thinspiration, habían temas donde contábamos lo que habíamos comido. Recuerdo perfectamente una usuaria que dijo un día sólo haberse comido un yogurt. Un yogurt. Sin azúcares, cero en grasas, light y todas esas cosas. Leía a Sofía y me acordaba de aquella user, y de toda la mierda, y entonces me sentía orgullosa de haber logrado salir, de haberlo dejado atrás, de no haber seguido; y deseaba con toda mi alma poder meterme y decirle a Sara: no sigas, estás bien, eres preciosa por dentro y por fuera, déjame ayudarte.
Luego estaban las amigas de Sofía que, en fin, me pareció mucho drama gratuito teniendo en cuenta que yo quería saber cómo acababa Sara, está bien metido, bien enlazado, pero sus historias no me parecieron tan interesantes como la de Sara. Eso sí, me lo pones como una novela corta independiente y me la leo de cabo a rabo, me recordó mucho a Pequeñas Mentirosas.
Y, bueno, quiero resaltar la frase que más me ha motivado de todo el libro, la frase por la que hoy estoy aquí: tu historia importa.
GRACIAS Bea, por haber escrito esto. Gracias por ayudarnos, por darnos visibilidad, por concienciar a la gente de lo que es un trastorno alimenticio, una enfermedad mental. Y gracias, también, por ese final tan positivo, tan lleno de esperanzas, que nos hace recapacitar y no querer tirar la toalla.