Querida Amalia; Carmen Amil
Autor: Carmen Amil
Editorial: Literup
Precio: 10€ físico
Páginas: 192
Deva encuentra en el desván de su difunta abuela Amalia una serie de cartas enviadas por una vecina del pueblo, con la que, al parecer, mantenía una relación muy especial. Intrigada por el anhelo que impregna cada línea, decide encontrar a la autora y se marcha a Villanueva de Santianes, donde creció y pasó los mejores veranos de su vida.
Pero su regreso no solo desenterrará secretos, sino también pasiones que no llegaron a olvidarse del todo. Mientras sigue un rastro de tinta y papel, Deva tendrá que enfrentarse a su primer amor, Belén, la mujer que le rompió el corazón.
¿Será demasiado tarde para enmendar los errores del pasado?
'Querida Amalia' forma parte de Proyecto Iris, una iniciativa para mostrar personajes LGBT+ en novelas románticas. Una historia conmovedora y apasionada sobre el primer amor, la pérdida y las segundas oportunidades.
Opinión: Tengo sentimientos encontrados.
Me ha gustado mucho el argumento, conocer Villanueva de Santianes, los paralelismos entre ambas historias... pero la voz de los personajes me ha sacado varias veces de la lectura, no he acabado de conectar con Deva y en algunos puntos se me ha hecho cuesta arriba.
Las cartas se me hacían extrañas porque Teresa (recién llegada al pueblo) contaba a Amalia (quien llevaba allí toda la vida) cosas muy cotidianas, como cuando le explica la manera en la que los vecinos decoran los caños o que los niños juegan en la plaza al atardecer. Entiendo que es para acercar al lector a la cotidianidad del pueblo, pero justo eso era lo que me chirriaba. Además, me costaba leer un poco por la fuente elegida para el libro en físico, demasiado pequeña y enrevesada para mi vista de topo :(
Las conversaciones entre los personajes también me han dejado un poco fría en algunos momentos, especialmente cuando comentaban su edad. Tienen entre veintitrés y veinticuatro años, pero me daba la sensación de que fueran mayores al hablar entre ellos. Incluso Deva comenta en un momento a Santi que parezca que tenga sesenta años. Ha habido una frase, cuando le dice: ay, los hombres y su masculinidad frágil... No sé, me la he imaginado como el meme del Señor Burns haciéndose el joven.
A pesar de esto, ha sido una lectura muy ágil y rápida, lo he leído en un suspiro y me ha hecho muy ameno el camino al trabajo. He llorado con el final, cómo no, con el encuentro con Teresa y su testimonio, y se me ha quedado una sonrisa al cerrar el libro.
Me ha gustado mucho el argumento, conocer Villanueva de Santianes, los paralelismos entre ambas historias... pero la voz de los personajes me ha sacado varias veces de la lectura, no he acabado de conectar con Deva y en algunos puntos se me ha hecho cuesta arriba.
Las cartas se me hacían extrañas porque Teresa (recién llegada al pueblo) contaba a Amalia (quien llevaba allí toda la vida) cosas muy cotidianas, como cuando le explica la manera en la que los vecinos decoran los caños o que los niños juegan en la plaza al atardecer. Entiendo que es para acercar al lector a la cotidianidad del pueblo, pero justo eso era lo que me chirriaba. Además, me costaba leer un poco por la fuente elegida para el libro en físico, demasiado pequeña y enrevesada para mi vista de topo :(
Las conversaciones entre los personajes también me han dejado un poco fría en algunos momentos, especialmente cuando comentaban su edad. Tienen entre veintitrés y veinticuatro años, pero me daba la sensación de que fueran mayores al hablar entre ellos. Incluso Deva comenta en un momento a Santi que parezca que tenga sesenta años. Ha habido una frase, cuando le dice: ay, los hombres y su masculinidad frágil... No sé, me la he imaginado como el meme del Señor Burns haciéndose el joven.
A pesar de esto, ha sido una lectura muy ágil y rápida, lo he leído en un suspiro y me ha hecho muy ameno el camino al trabajo. He llorado con el final, cómo no, con el encuentro con Teresa y su testimonio, y se me ha quedado una sonrisa al cerrar el libro.
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