Opinión: Charlotte es una de esas historias que te dejan el corazón calentito, una sonrisa en la cara y la sensación de que el mundo puede ser mejor cada día. Leí uno de los borradores de esta novela en el 2015, el siguiente en el 2017, e Isabel y Roomie Ediciones han confiado en mí para leerla una vez más en el 2019. He visto la evolución de Charlotte, de Jane y de su historia común, y creo que ha llegado al punto álgido. Que esta novela vea la luz me hace una ilusión inmensa. Charlotte es una niña preciosa, transparente y llena de alegría. Se merece todo el amor del mundo. Jane es una niña perdida que también se lo merece, aunque no sonría tanto como la pequeña. El resto de personajes están de apoyo a su relación, que es lo que nos interesa en esta historia, y especialmente a la evolución de la señorita Brown. A veces me chirriaba un poco que Charlotte se moviera tanto en un mundo de adultos pero, viendo su alrededor, está completamente justificado. Lo realmente sorprendente es que dichos adultos no enviasen a Jane a la mierda por su comportamiento hacia la niña (y a ellos mismos).