La voz de Amunet; Victoria Álvarez
Autor: Victoria Álvarez
Editorial: Nocturna
Precio: 18€
Páginas: 712
Egipto 1346 a.C: Desde que tiene uso de razón, la pequeña Amunet ha sido capaz de comunicarse con los animales, pero su vida da un vuelco cuando los sacerdotes de Amón, el clero más poderoso del Antiguo Egipto, descubre su prodigioso don. Convencidos de que es la pieza que necesitan de su rompecabezas político, se la llevan al templo de Ipet Sut, donde comenzará su formación como heka o hechicera al servicio de su dios. Egipto, 1799: Cuando el ejercito de Napoleón Bonaparte se hace con el control de El Cairo, la banda de ladrones a la que pertenece Shaheen recibe el encargo de asaltar una antigua sepultura del Valle de los Nobles. Lo que Shaheen es que en esa tumba se encontrará con algo mucho más inquietante: el espíritu de la propia Amune, atrapado durante más de tres mil años... y sediento de venganza. Desde ese momento, sus existencias se entrelazan en el juego de poder al que Bonaparte pretende arrastrar al mundo entero, sustituyendo el azul del Nilo y el oro del desierto por el rojo derramado en las calles del París revolucionario.
Opinión: Las primeras 100 páginas me costaron de digerir, no me enganchaban y me pasé casi tres días para leerlas. Pero en cuanto las superé me leí las otras 600 en una sola tarde, del tirón, de lo enganchandísima que estaba. Y amé y odié el libro a partes iguales.
La sensación de estar leyendo dos historias diferentes me acompañó todo el tiempo, eso sí. Por un lado estaba muy pendiente del Antiguo Egipto porque ME ENCANTA la civilización y la ambientación de Victoria es sublime; pero cuando más sumergida estaba en el capítulo lo cortaba para hablarnos de la Francia Napoleónica, y sucedía lo mismo en ese caso. Así que, aunque disfruté mucho de ambas partes, el hecho de que fueran capítulo sí, capítulo no, me daba ganas de saltar los del medio para regresar a la época que me interesaba más en el momento.
Los personajes también jugaban mucho papel, claro. Si adoraba a la Amunet de Egipto, odiaba a su espíritu rencoroso. No me gustaba nada Gabriel, no tengo un motivo concreto, simplemente no me era agradable. Kai me provocaba mucha lástima y Saheen me exasperaba a ratos. Los secundarios tampoco me gustaban mucho. Así que no, no me lo leí por ninguno de ellos; de hecho a ratos deseaba que todo les saliera mal.
Pero la ambientación es otra cosa. Siempre lo diré: Victoria es una experta en transportarnos a dónde ella quiere. Describe los lugares, las comidas, los olores, los colores y la luz de forma tan simple y al mismo tiempo tan elaborada que SIENTES que estás allí, y eso es lo que me hizo quedarme. Querer recorrer el mundo que me estaba mostrando.
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