Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Editorial: Nocturna Ediciones
Precio: 16,50€
Páginas: 573
Argumento:
Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez...
Opinión: Me compré este libro por el hype colectivo que veía en Twitter todos los días y por la gente que me lo recomendó diciendo que me encantaría, que era muy de mi estilo y que iba a convertirse en mi favorito. Así que hice la gran locura de ir a la librería, llevarme los tres de Marabilia que han sacado hasta ahora, así de golpe, y empezar con Sueños de Piedra muy emocionada y pensando que iba a ser lo mejor que leía en mucho tiempo.
Y me llevé una gran decepción.
El tipo de narración, en presente, me sacaba completamente de la historia, no conecté con los personajes, ni con la trama, y cuando llegué a la página 150 ya estaba deseando acabarlo -o que hiciera un plot twist de la hostia y me enganchase de una vez, lo que ocurrió al llegar a la página 395-. Había capítulos que me parecían más relleno que otra cosa, en los que ponía los ojos en blanco muy mucho y rezaba a todos los dioses porque dejaran de ser tan pesados y se centrasen en lo importante.
Los personajes, de los que he leído un montón de veces su gran evolución, me han dejado súper fría. Arthmael sí que evoluciona, pasa de ser completamente insoportable a alguien a quien le sonreirías por cortesía, pero Lynne y Hazan... Buff. Entiendo su forma de ser, sus puntos de vista y porqué hacen lo que hacen, pero no me haría su amiga ni de lejos.
Ha sido el libro que más me ha costado leer en mi vida pero al mismo tiempo me negaba a dejarlo porque una amiga me dijo: te va a gustar el tercer tercio. Yo ya iba con mis dudas pero ¡tuvo razón! Así que al final, tras todo el sufrimiento, ha valido la pena y me ha dejado un buen sabor de boca. Y ahora que lo miro en retrospectiva me digo que no ha estado tan mal, que iba con las expectativas demasiado altas y por eso me sentí tan decepcionada.
Y me llevé una gran decepción.
El tipo de narración, en presente, me sacaba completamente de la historia, no conecté con los personajes, ni con la trama, y cuando llegué a la página 150 ya estaba deseando acabarlo -o que hiciera un plot twist de la hostia y me enganchase de una vez, lo que ocurrió al llegar a la página 395-. Había capítulos que me parecían más relleno que otra cosa, en los que ponía los ojos en blanco muy mucho y rezaba a todos los dioses porque dejaran de ser tan pesados y se centrasen en lo importante.
Los personajes, de los que he leído un montón de veces su gran evolución, me han dejado súper fría. Arthmael sí que evoluciona, pasa de ser completamente insoportable a alguien a quien le sonreirías por cortesía, pero Lynne y Hazan... Buff. Entiendo su forma de ser, sus puntos de vista y porqué hacen lo que hacen, pero no me haría su amiga ni de lejos.
Ha sido el libro que más me ha costado leer en mi vida pero al mismo tiempo me negaba a dejarlo porque una amiga me dijo: te va a gustar el tercer tercio. Yo ya iba con mis dudas pero ¡tuvo razón! Así que al final, tras todo el sufrimiento, ha valido la pena y me ha dejado un buen sabor de boca. Y ahora que lo miro en retrospectiva me digo que no ha estado tan mal, que iba con las expectativas demasiado altas y por eso me sentí tan decepcionada.
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